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¿Por qué el sindicalismo de clase es la única vía para defender nuestros derechos?

El sindicalismo sectorial ha sido promovido como una herramienta para mejorar las condiciones laborales dentro de cada industria, pero en la práctica ha terminado fragmentando a los trabajadores. Al negociar convenios por separado, sin una estrategia unificada, se facilita que la patronal imponga condiciones desfavorables sin una oposición fuerte. Esto ha llevado a que, en muchos sectores, los convenios firmados en las últimas décadas no solo no hayan mejorado las condiciones laborales, sino que han permitido la consolidación de la precariedad, mientras las empresas aumentan sus beneficios. Entre estos sindicatos que promueven la sectorización de las luchas fomentando la división de los trabajadores se encuentran sindicatos como UGT y CCOO.

Por el contrario, el sindicalismo de clase apuesta por la unidad de los trabajadores como un todo, sin importar el sector en el que trabajen. Solo mediante la organización y la movilización podemos recuperar la capacidad de negociación y garantizar que los convenios colectivos sirvan realmente para mejorar nuestras condiciones laborales. La lucha no debe estar fragmentada, sino coordinada para que la negociación colectiva sea una herramienta efectiva en manos de los trabajadores y no un mero trámite controlado por la patronal. Ejemplo de ello es el sindicato ASC.

CCOO y UGT: Negociaciones a la Baja y Justificaciones que No Convencen

En los últimos años, la negociación colectiva ha sido utilizada por CCOO y UGT para firmar convenios que, lejos de mejorar las condiciones laborales de los trabajadores, han supuesto una pérdida de derechos y un beneficio directo para los empresarios. Lejos de impulsar mejoras en salarios, jornadas o estabilidad, estos sindicatos han pactado acuerdos que han consolidado la precarización del empleo.

El sector TIC es un claro ejemplo de este retroceso. Durante décadas, los convenios firmados han respondido a los intereses de la Patronal, con la complicidad de CCOO y UGT. Han sido estos sindicatos los que han permitido que las empresas aumenten sus beneficios a costa de los trabajadores, firmando convenios donde la reducción de derechos se presenta como un "mal menor". Esto se evidencia en puntos clave, como la regulación de horas extra: mientras que en convenios anteriores se contemplaba su supresión para evitar la sobreexplotación, en los nuevos se plantea solo una "reducción progresiva", dejando vía libre para que las empresas sigan exprimiendo a la plantilla.

Convenio XVII - 2017

Convenio XVIII - 2023

Lo más grave es que CCOO y UGT justifican estas concesiones con argumentos que van en contra de los principios básicos de la negociación colectiva. En la valoración que hicieron de la Reforma Laboral de 2021, reconocieron implícitamente que los convenios de empresa no tienen la obligación de mejorar los convenios sectoriales, desmontando su propio discurso sobre la supuesta protección que estos acuerdos otorgan a los trabajadores.

Sin embargo, la negociación colectiva debe servir para mejorar, no para ceder. No puede convertirse en una herramienta de la Patronal para legitimar recortes de derechos. La lucha por un convenio colectivo digno pasa por la movilización y organización de los trabajadores. Solo a través de una negociación colectiva de clase, donde los intereses de los trabajadores sean defendidos con firmeza y sin subordinación a la Patronal, podremos revertir décadas de retrocesos y avanzar hacia convenios que realmente protejan y dignifiquen el empleo.

¿Los convenios de empresa fragmentan la negociación colectiva sectorial?

Es evidente que no. De hecho la ausencia de convenios de empresa y, consecuentemente, de lucha y organización de los trabajadores en los centros de trabajo, unido a que tanto CCOO como UGT están subvencionadas para frenar e impedir dicha movilización, dan como resultado la porquería de convenios TIC firmados, a espaldas de los trabajadores, a lo largo de estos años cuyos efectos comprobamos en nuestras condiciones de vida.

¿Es cierto lo que dice CCOO que "Los convenios de empresa NO están obligados a mejorar los convenios sectoriales"?

Esta pregunta la responderán la propia CCOO y UGT cuando valoraban la Reforma Laboral de 2021 de la siguiente manera en el siguiente texto https://ugt.es/ugt-y-ccoo-celebran-la-aprobacion-de-la-reforma-laboral del cual te extractamos el siguiente párrafo:

Para que avancemos es determinante la organización, participación y la movilización del conjunto de trabajadores y trabajadoras. Esta precondición es esencial para hacer un buen uso de la negociación colectiva. Y es que negociación colectiva y movilización, negociación y presión son los binomios que hacen que los trabajadores podamos avanzar.

Por el contrario, cuando los trabajadores estamos desmovilizados, desorganizados y desvinculados de la lucha por la conquista de mejoras laborales, el empresario utiliza la negociación colectiva para imponer sus condiciones que le lleven a ganar más dinero a costa de nuestro empobrecimiento.

Esto se puede ver con nitidez en la negociación del Convenio TIC. Los convenios TIC que se han firmado en las últimas décadas son ejemplo del desarrollo de la negociación colectiva a imagen y semejanza de la Patronal y sus intereses. Con una representación sindical totalmente vendida y arrodillada a la Patronal ─CCOO y UGT─, ésta controla por completo el banco social, garantizando que el resultado de la negociación colectiva sean convenios sectoriales que benefician a los empresarios y que erosionan a los trabajadores, como puede corroborarse en el sector TIC. Esto significa que, cuando la negociación colectiva se la hace la Patronal a los trabajadores ─y nosotros no estamos en nuestro sitio y actuamos como clase para que se tengan en consideración y se hagan efectivas nuestras condiciones─, los convenios garantizan lo que persiguen los empresarios: incrementar sus beneficios. Y para que los empresarios incrementen sus beneficios, por fuerza, los trabajadores debemos empobrecernos y perder derechos.

En el sector TIC, los ingresos empresariales han pasado de los 9.572 millones de euros en 2009 a los 21.575 millones en 2023. Por tanto, las empresas TIC han visto crecer sus ingresos en estos últimos 14 años un 225,40%.

La historia reciente nos ha demostrado que, cuando los trabajadores no están organizados, los empresarios imponen su voluntad. Ha llegado la hora de retomar el control de la negociación colectiva y de luchar por acuerdos que garanticen nuestros derechos. La participación activa y la movilización son las únicas vías para frenar el empobrecimiento de la clase trabajadora y recuperar lo que nos han arrebatado.

Solo a través de un sindicalismo de clase, unido y sin subordinación a la patronal, podemos revertir décadas de retrocesos. La negociación colectiva debe ser una herramienta para dignificar el empleo, no para legitimar la precariedad.